1 de junio de 2006

LA BALADA DEL HOMBRE DELGADO


Esta es la historia de un chaval que antes de salir de casa consultaba siempre el parte metereológico para saber la intensidad con la que soplaba el viento. Hoy rachas de viento entorno a los 30 km/hora. ¡Otra vez no podía salir de casa! Y así todos los días. Entonces, harto ya, se dijo, ¡tengo que encontrar una solución a este problema!. Ya está, pensó, voy a hablar con Suso el de Mardevelas. Y allá fué.
- Suso, tienes que ayudarme o me vendes una vela para por lo menos aprovechar la fuerza del viento y ahorrarme la gasolina o dame otra solución.
- Non hai problema home, ti ven conmigo hoxe pola noite e xa solucionamos o tema.
Y así fue. Poco a poco, día tras día, a base de copas, cervezas, vinos y tapitas le fue creciendo un apéndice a modo de abdominal única que le ayudaba a contrarrestar la fuerza del viento.
- Xa te decía eu, o que che faltaba era la quilla e non a vela. Suso dixit.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

eu pensei que tiña un gas acumulado

Anónimo dijo...

Nótase que Suso aconselloulle a Roti, teñen os dous a misma barriga

Anónimo dijo...

Hay que nacionalizar ese gas que tiene

Anónimo dijo...

Lo de arriba son Rotiadas

Anónimo dijo...

yo prefiero las juanchadas, a ver si traballamos un pouco, palancas.

Ronda Si

Anónimo dijo...

Juancho eso va por ti